Ante esta inevitable realidad la clase media mundial que sostiene económicamente a sus naciones, se ve año con año más deteriorada en su calidad de vida y desafiada a encontrar nuevas formas de obtención de ingresos. Una nueva forma de SER para cambiar el HACER y en consecuencia el OBTENER; lo que da origen a su ambivalencia ocupacional y la obtención de ingresos de manera HOLÍSTICA.
El reto es entonces lograr la Independencia Económica y para lo cual, la preparación es básica pero desafortunadamente los sistemas de Educación no orientan ni guían a las personas a encontrar el camino que los lleve al éxito financiero; es por ello que ante la falta de una cultura encaminada a ofrecer soluciones prácticas a tan terrible mal, la dependencia económica nos obliga de forma perenne a trabajar por dinero y no a lograr que el dinero trabaje para uno.